Para sentirte a gusto en el trabajo deben conjugarse factores económicos, emocionales y beneficiosos para tu carrera. El empleo perfecto no existe, pero sentirte a gusto en tu trabajo es fundamental para tu bienestar.
Acá te presentamos una serie de situaciones que llevan a plantearte que llegó el momento de “abandonar el barco” y buscar otros rumbos.
- El ritmo de trabajo disminuye: solías tener reuniones de seguimiento o de nuevos lineamientos y éstas ya no ocurren.
- Ha pasado mucho tiempo desde tu último aumento de sueldo y no hay comunicación clara o formal sobre cuándo vendrá el próximo.
- Hay compromisos que nunca se cumplieron: aquellos de los que te hablaron al seleccionarte (horario flexible, cobertura de salud, bonos, capacitación, desarrollo, ruta de carrera) no se materializaron y no hay comunicación o respuesta que te dé indicios si serán cumplidas o postergadas.
- El nivel de exigencia ha disminuido: tus jefes suelen estar en otros temas, muestran poco interés por lo que haces y peor aún, no sientes esa sensación de desafío que tenías al principio.
- Informas urgencias/riesgos y no son resueltos: has reportado oportunamente a tus jefes situaciones críticas o riesgosas y éstas no son resueltas. Ten cuidado, porque pueden haber otras más delicadas que desconoces y hacen que éstas que has informado quedan en segundo plano.
- Los proyectos en los que te participas no se concretan o son postergados sin nueva fecha de ejecución o inicio.
- Éxodo profesional: ves marchar a tus compañeros de trabajo y los jefes no hacen el mínimo esfuerzo por retenerlos.
- No hay rumbo: no hay metas proyectadas ni objetivos concretos en la estrategia de la empresa a mediano o largo plazo.
- Se descuidan las obligaciones legales: la relación con entes gubernamentales o de control no es transparente y sus requerimientos no son atendidos con el cuidado y responsabilidad que ameritan.
- Reina la apatía: en general el clima laboral se ha vuelto pesado, escuchas a tus compañeros quejarse constantemente mientras que la motivación y productividad han disminuído.
¿Te identificas con alguna de estas situaciones? No te desesperes, todo cambio comienza por decidir hacerlo: refresca tu CV, estudia el mercado, renueva tu perfil en LinkedIn y pronto verás los resultados.
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